Aridoamérica era una región de lluvias escasas e irregulares, con grandes llanuras y serranías semidesérticas. Sus condiciones climáticas dificultaron el desarrollo de sociedades agrícolas. La mayor parte de sus pobladores eran nómadas, vivían de la caza, la pesca y la recolección de frutos o raíces. Por temporadas se establecían en pequeños campamentos a orillas de los ríos para aprovechar la humedad necesaria para cultivar. Su ajuar se reducía a las pieles con que se cubrían, algunos cestos y redes para transportar y guardar alimentos, así como sus instrumentos de trabajo, entre ellos: arco y flecha. Unos habitaban en cuevas donde realizaban pinturas rupestres, las cuales quedaron como testimonio de su presencia.
En una porción de este territorio, conocida como Oasisamérica por sus mejores condiciones climáticas, algunos grupos practicaron la agricultura de temporal y en unos cuantos lugares conformaron centros urbanos, entre los que destacan: Paquimé (Casas Grandes, Chihuahua), La Quemada y Chalchihuites (Zacatecas). Los territorios del norte comprenden Aridoamérica, incluida la región que algunos llaman Oasisamérica. Ahí se establecieron grupos como los pericúes, apaches, conchos, tepehuanes, tarahumaras, caxcanes, pimas, seris, mayos, yaquis, kiliwas y pápagos, entre otros más, quienes desarrollaron una cultura diferente a la de Mesoamérica, debido a la menor fertilidad de su territorio
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